La producción de hidrocarburos
Un pozo, cuando ha sido perforado y entubado hasta llegar a la zona con petróleo, está listo para empezar a producir. Si la presión natural del gas es alta, el petróleo es impulsado velozmente desde el fondo y sube por la tubería.
Con el objeto de regular, sin pérdida, la salida del petróleo por la boca de los pozos, se ha creado un sistema de válvulas denominado «árbol de navidad». Sin embargo, en muchos yacimientos, deben tomarse medidas adicionales para que el pozo sea puesto o se mantenga en producción, bajando hasta el fondo una tubería de producción de diámetro relativamente pequeño (entre cinco y diez centímetros) para controlar la salida de petróleo o de gas.
Cuando la presión del pozo no es suficiente para que el petróleo suba hasta la superficie, se emplean además los sistemas de producción y de levantamiento artificial. Entre estos, el más común es el bombeo mecánico, fácilmente reconocible en superficie por la presencia de la unidad de bombeo. Se usan también en el país otros sistemas de bombeo, como el electrocentrífugo, el neumático (gas lift) y el hidráulico.
Desde el pozo se transporta el petróleo, por medio de cañerías, a aparatos especiales, en los que se separa el gas y el agua. Desde los separadores, unas cañerías (gaseoductos) conducen el fluido a diferentes sitios para su empleo como combustible o para tratamiento posterior. Otras cañerías (oleoductos) conducen el líquido a los tanques de almacenamiento desde donde se enviará a su destino, ya sea una refinería o un puerto de embarque.
De vez en cuando las aguas subterráneas contribuyen a expulsar el petróleo hacia la superficie, pero es común que la presión para empujar el petróleo hacia el pozo disminuya gradualmente y la producción baje hasta el extremo de que el pozo no produzca más, quedando en el subsuelo apreciables cantidades de petróleo sin recuperarse. En estos casos se ayuda a recuperar más petróleo por medio de inyección de gas, de agua o de otros fluidos dentro del yacimiento.
La mayor acumulación de hidrocarburos descubierta en el Perú son los yacimientos de gas de Camisea, cuya explotación lleva algunos años. Esta zona cuenta con reservas probadas del orden de dos mil doscientos millones de barriles de petróleo, lo que representa alrededor de siete veces las reservas actuales de petróleo en el país.
El principal medio para llevar petróleo de un punto a otro es a través de oleoductos. Son generalmente cañerías de quince a cien centímetros de diámetro, que pueden alcanzar cientos de kilómetros de longitud. A lo largo de ellos existen estaciones de bombas que impulsan el petróleo hasta las refinerías o depósitos.
No solo el petróleo crudo es transportado de esta forma a los grandes centros de consumo, pues diversos productos de las refinerías y el gas natural producido en los campos petrolíferos son trasladados de modo similar.
En nuestro país, es digno de destacarse el Oleoducto Norperuano, que, en sus 856 kilómetros de recorrido a través de espesas selvas, terrenos inundados e inhóspitos arenales, remonta a los Andes para llevar el petróleo de la Cuenca del Marañón hasta el terminal marítimo de Bayóvar. Este oleoducto constituye una de las obras de ingeniería más notables en su género.