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El petróleo

Exploración petrolera

Las reservas petrolíferas se encuentran bajo la superficie terrestre a cientos o miles de metros de profundidad. Por esta razón, el único método seguro para ubicarlas es la perforación de pozos exploratorios. Sin embargo, antes se procurará encontrar el área más propicia, empleando los siguientes métodos.

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Exploración geológica

Tiene por objeto detectar las áreas más propicias para realizar posteriormente reconocimientos más profundos.

El geólogo observa y examina las capas de la corteza terrestre que se ven en la superficie, los tipos de rocas que afloran, y sus características de dureza, porosidad, contenido orgánico, edad y condiciones estructurales.

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Exploración geofísica

Se basa en que las rocas que constituyen la corteza terrestre poseen diversas propiedades físicas. Estas propiedades son la elasticidad (que afecta la propagación de las ondas sísmicas), el magnetismo (que se relaciona directamente con la composición de las rocas) y la densidad (que origina variaciones en el valor de la gravedad).

Estas propiedades permiten calcular la constitución y profundidad de las rocas del subsuelo.

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Exploración sísmica

Mediante explosivos y vibraciones se obtienen gráficos que producen las ondas sísmicas y que dan información de la forma y profundidad de los estratos en el subsuelo. Esto resulta determinante para la ubicación de las trampas.

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Exploración gravimétrica

Estudio del subsuelo mediante mediciones de la atracción de gravedad de las rocas. Esta información complementa otras para calcular la naturaleza del subsuelo.

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Exploración magnética

Con el uso de un magnetómetro se miden las fluctuaciones del campo magnético terrestre. De esta manera, se puede reconocer indirectamente la presencia de rocas sedimentarias indicadoras, por lo general, de la posible presencia de hidrocarburos.

Es también muy útil en el ámbito de la exploración petrolera la geoquímica (estudio químico de rocas y emanaciones de hidrocarburos), las fotografías (tanto desde naves aéreas como por satélites de las zonas donde se sospecha que hay petróleo), la geología de superficie (que estudia las formaciones rocosas, deformaciones de estratos, residuos aceitosos en ríos, y emanaciones superficiales de gas y petróleo) y las técnica electromagnéticas (estudio de las variaciones de las características de una onda electromecánica en el subsuelo).

Sin embargo, a pesar de la utilización de todas estas técnicas, la existencia de yacimientos no está asegurada, por lo que se hace necesario perforar para la comprobación.